Polémica entre CCOO y la nueva dirección del New Saint Philip´s
En sendos comunicados tanto el sindicato como la nueva dirección ponen sobre la mesa las razones y argumentos que les han llevado a esta situación que se visualizó públicamente ayer durante el acto de inauguración del centro.
Un comunicado del sindicato CCOO ponía ayer el grito en el cielo advirtiendo que “El Nuevo Saint Philip´s comienza su andadura después de un concurso de acreedores que mantuvo a los trabajadores trabajando 5 meses a sabiendas de que no iban a pagarles sus sueldos de esos 5 meses. A sabiendas de la administración concursal, que no de los trabajadores”.
Según CCOO “a estos se les prometía que se les pagaría y que apostaran por este nuevo proyecto que ahora deja en la calle a los que se negaron a reducir su sueldo y jornada. Pendientes de la aprobación de un ERE extintivo (sin acuerdo) para toda la plantilla del centro. La sociedad GAPE SL., es decir, su administrador D. Alfredo Sánchez, D. José Manuel Ortiz y el administrador concursal D. Francisco Javier Casero propusieron en reunión de finales de mayo 2020 a buena parte de la plantilla que los trabajadores que consintieran en reducir su jornada y salario a la mitad iban a ser subrogados, avisándoles de que los que no aceptaran esta reducción serían despedidos y no tendrían cabida en el Nuevo Saint Philip´s. Al firmar la reducción firmaban también este punto: “Mediante la suscripción del presente documento el trabajador renuncia expresamente a la reclamación, tanto contra la concursada como contra la empresa que se adjudique la unidad productiva, de los créditos que pueda ser titular nacidos con anterioridad a la declaración de concurso, renuncia que se instrumenta mediante la firma del presente documento.” Recuerdo que los que no accedieran no serían subrogados (como así ha ocurrido), como les repitieron una y otra vez, y que “serían despedidos y sin indemnización, porque no habría dinero para pagar las indemnizaciones”. Es importante destacar que el consiguiente correo se envía el 25 de mayo, y que la oferta de compra no se realiza hasta el 15 de junio. Y lo propusieron las mismas personas que después se presentarían como la única oferta para comprar el centro, la Sociedad GAPE (recién creada, al parecer). El resultado: de los 53 trabajadores del centro, 30 serán subrogados, 23 a la calle.
Diario Guadalquivir se ha puesto en contacto con la nueva dirección y aseguran que “con la situación que nos encontramos, sólo había dos caminos:
Una, cerrar el único colegio británico de la provincia como tantas empresas en Linares. Que dentro de unos años alguien montase un negocio en esas instalaciones de otra índole, creando más paro y menos oportunidades.
Nosotros asumimos el riesgo, por el contrario, de refundar desde cero el colegio. Elegimos la segunda opción porque estamos orgullosos de mantener muchos puestos de trabajo y ofrecer un centro de calidad superior a los niños de Linares y provincia.
¿O desde CC.OO. hubieran preferido la primera alternativa?”
“Todo el que desee apoyar será bienvenido. Todo lo que ocurriese durante el concurso pertenece al concurso y a la antigua Cooperativa gestora del centro de la que GAPE, queremos dejar claro, no es responsable.”
Fuentes del centro aseguran que “El pasado es pasado, el colegio se liquidó. Lamentamos el daño que el proceso concursal haya creado a trabajadores y antiguos alumnos, un Concurso en una empresa siempre es traumático y sufre la parte más débil, pero había dos caminos y cogimos el que garantiza empleo para la ciudad y oportunidades para los niños. “
“La gestión de la Cooperativa de Profesores anterior fue un desastre. Sin embargo, desde ahora GAPE trabajará con ilusión. Somos también padres de niños, tenemos empresas que funcionan y muy bien reputadas. Vamos a aplicar esos principios de éxito, valores, trabajo y esfuerzo al nuevo Saint Philip’s para que no vuelva a ocurrir lo que pasó bajo ningún concepto con el mandato de los anteriores gestores.”
Un día antes del puente de Andalucía del año pasado, la anterior dirección informaba a las familias de la no continuidad de la actividad el curso siguiente, dejando sin opciones a los 700 estudiantes de todos los ciclos educativos que allí se imparten, así como al alrededor de 50 trabajadores. “Un jarro de agua fría” para la comunidad educativa de este centro privado, que veía la luz semanas después.
