LA TIERRA SE MUEVE EN PEAL DE BECERRO

La provincia de Jaén registra más de una veintena de temblores de poca magnitud con epicentro en Peal de Becerro, Jódar y Larva

El último y con más intensidad, 2 grados en laescala Richter se ha producido a las diez de la mañana en el término de Peal de Becerro

Con estas magnitudes casi imperceptibles por los ciudadanos ya que se producen en lugares alejados de la población y su intensidad es apena imperceptible, se reactiva una actividad sísmica que viene arrastrándose desde abril de 2016, cuando comenzó la serie sísmica formada por terremotos de baja magnitud en el entorno de Peal de Becerro y Jódar, según recoge un informe del grupo de investigación “Riesgo sísmico y tectónica activa”, firmado por José Antonio. Peláez
 José Antonio Peláez, responsable del grupo de investigación “Riesgo sísmico y Tectónica activa” de la Universidad de Jaén, describía  los seísmos que se registran, desde hace años en el triángulo que comprenden los municipios de Jódar, Peal de Becerro y Larva, cotejados con  datos del Instituto Geográfico Nacional, donde los expertos jiennenses elaboraron un registro con todos los movimientos en la provincia y, según este, solo en estos tres términos municipales se han producido más de 300 desde 2017. Estos son “microterremotos”, con magnitudes comprendidas entre los 1,3 y los 2,6 grados y, en general, a bastante profundidad, por lo que no son sentidos por la población.

PIRIMERO FUE TORREPEROGIL, DESPUÉS EL TRIÁNGULO DE PEAL DE BECERRO, LARVA Y JÓDAR

“Después de la serie que se registró en la zona Torreperogil —especialmente entre 2012 y 2013— empezó otra en Larva, Peal de Becerro y Jódar. En los últimos meses, se han registrado decenas. La sismicidad de la zona de La Loma se ha desplazado un poco más al sur”, apunta el investigador. “Son terremotos con las mismas características de Torreperogil, con baja sismicidad. No han sido sentidos por suerte entre la población, han pasado desapercibidos y no hay alarma”, explica. “A estas agrupaciones de terremotos las llamamos series. A veces duran días, semanas o pueden llegar a meses. No siguen un patrón claro. No conocemos la estructura que los genera, en qué fallas se producen al estar a diez o doce kilómetros de profundidad”, reconoccía Peláez en un artículo de Diario Jaén. Pero lo que sí asegura es que estas series “no implican” que vaya a existir un terremoto de mayor magnitud, por lo que no cabe la alarma. “En esta zona, de toda la serie, ninguno llegó a sentirse”, añade.

Antonio Rosillo Martínez

CEO y fundador de esta santa casa, pero una parte minúscula de este gran proyecto que es Diario Guadalquivir.

Antonio Rosillo Martínez

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