LA EXPERIENCIA VETERINARIA EN SUDÁFRICA DE LA TORREÑA MÓNICA FIGUEROA VILLAR

 
Gracias a Wild Spirit ha podido recorrer Sudáfrica aprendiendo a trabajar en distintos escenarios marcados por la belleza de la naturaleza y la fauna africana.
 
La joven veterinaria de 28 años natural de Torreperogil Mónica Figueroa, ha vivido no sólo una experiencia veterinaria única, de calidad, sino una convivencia inolvidable en África donde ha podido estar cerca de la realidad formando parte de un trabajo de campo, donde el Médico Veterinario entra en contacto directo con el mundo salvaje.
 
Hemos querido conocer de primera mano su experiencia en Sudáfrica en sus dos semanas de trabajo de campo recorriendo el país más meridional del continente africano que se caracteriza por sus numerosos ecosistemas y su belleza natural.
 
Antonio Rosillo: ¿Cómo explicarías esta experiencia en África?
Mónica Figueroa: Difícil explicar lo que se siente al pisar por primera vez tierra africana. Sin duda uno de los viajes más emocionantes y enriquecedores para mí, tanto a nivel profesional pero sobre todo personal.
Los primeros pasos los dimos en la capital de la provincia de Gauteng, Johannesburgo. Sin embargo no era ese nuestro destino. Durante doce días viajamos del norte a sur de Sudáfrica, para aprender y trabajar en distintos escenarios.
La mayor parte de nuestro aprendizaje se llevó a cabo en santuarios y reservas de animales salvajes. En ellas viven animales en condiciones de semilibertad. En el caso de los santuarios, albergan animales rescatados tanto de circos como procedentes de tenencia y mercado ilegal de especies amenazadas. A estos animales, en general, es difícil volver a introducirlos en el medio natural y se les da una segunda oportunidad en estos santuarios. En el caso de las reservas, se combina la conservación de especies amenazadas junto al turismo eco-responsable.
 
AR: ¿Como era vuestro trabajo diario?
MF: Fueron días de continuo enriquecimiento, combinando clases teóricas y en su mayoría prácticas relacionados con chequeos de animales salvajes, inmovilización química y anestesia, prevención de enfermedades, diagnóstico por imagen (radiografías), cirugía para control poblacional, entre otros. A esto se añadía el escenario: la belleza de la naturaleza Africana que a pocos puede dejar impasibles.
Sin embargo y aunque todo el aprendizaje relacionado con la medicina veterinaria haya sido espectacular, podría decir que el mayor aprendizaje me lo llevo a nivel personal: el adentrarme en el mundo de la Medicina de la Conservación y el concepto “One Health” (“Una sola salud”). Un mundo enfocado a la protección de especies y ecosistemas. A la integración de poblaciones humanas con el medio natural que nos rodea para reducir los conflictos humano-naturaleza. Conocer como afectan la sobrepoblación, la destrucción de hábitats que lleva a la emergencia de zoonosis (enfermedades transmisibles entre hombres y animales), la caza furtiva, el comercio y exportación ilegal de especies, la deforestación. Problemas de los que la mayoría de la población es consciente a nivel global, son profundizados con este curso de Medicina de la Conservación.
 
AR: ¿Crees que los recursos humanos que se destinan a estos proyectos son suficientes?
MF: Faltan personas cualificadas que se dediquen a estos ámbitos. Gente ambiciosa, con ganas de trabajar en algo más grande que ellos, que ayude a proteger la naturaleza que avanza hacia la destrucción a pasos agigantados. Falta formación e información, personas que divulguen lo que ocurres en lugares muy lejos de donde nos encontramos.
 
AR: ¿Cómo te llegó la oportunidad de esta experiencia?
MF: Toda esta experiencia y enriquecimiento no habrían sido posibles para mí si la veterinaria ubetense Fabiola Quesada, no hubiese apostado por ella mismo y por las cosas por las que tenía claro que quería luchar hace diez años, cuando emigró a Sudáfrica. Fabiola Quesada, veterinaria y conservacionista, es CEO de Wild Spirit y Wild Spirit Fund, organizaciones enfocadas a formar veterinarios y también origen de numerosos proyectos destinados a la protección de especies, del medio natural y a la ayuda de poblaciones en situación de precariedad en distintos puntos de África.
 
AR: Cómo resumirías esta experiencia con una frase.
MF: La naturaleza se queda sin tiempo en esta lucha a contrarreloj donde la destrucción predomina sobre la protección.
 
Mónica Figueroa es Graduada en Veterinaria, 28 años, apasionada de la medicina veterinaria y los viajes.

Antonio Rosillo Martínez

CEO y fundador de esta santa casa, pero una parte minúscula de este gran proyecto que es Diario Guadalquivir.

Antonio Rosillo Martínez

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