Condenado un médico en Jaén a un año y tres meses de cárcel por falsear recetas para enviar fármacos al Sáhara

Según recoge EuropaPress, la Sección Tercera de la Audiencia de Jaén ha impuesto a un año y tres meses de prisión a un médico del Servicio Andaluz de Salud (SAS) por falsificar recetas con el fin de enviar medicamentos al Sáhara, país de origen de este facultativo al que se le ha condenado como autor de un delito continuado de falsedad de documento público en concurso medial con un delito contra la administración pública en la modalidad de fraude de prestaciones a la Seguridad Social.

La condena se ha establecido después de que el acusado se haya reconocido culpable ante el tribunal y se haya conformado con las penas solicitadas por el Ministerio Fiscal, que ha contemplado también las atenuantes de reparación del daño y confesión tardía, lo que ha valido para rebajar la pena frente a los cuatro años y medio de prisión que reclamaba inicialmente el Ministerio Público.

Además de la pena de prisión, al acusado se le ha impuesto una multa de 600 euros e inhabilitación por un año para profesión de médico o personal sanitario en el ámbito público. Antes de la conformidad, el Ministerio Público solicitaba que se le impusiera una multa de 4.500 euros e inhabilitación como médico o personal sanitario durante cuatro años.

Según ha mantenido Fiscalía, el acusado como médico del SAS adscrito a las poblaciones jiennenses de Peal de Becerro, Quesada y Huesa, entre enero y julio de 2019 “extendió a nombre de dos de sus familiares, concretamente su mujer y su cuñada, recetas oficiales del SAS de manera injustificada y sin una finalidad asistencial para las mismas”.

En este extremo, el fiscal incide en su escrito de calificación profesional en que ni la mujer ni la cuñada del acusado “tenían antecedentes ni patologías clínicas que requirieran tales prescripciones” por lo que el único objetivo era “enviar todos esos medicamentos a su país”.

Asimismo, Fiscalía apunta que “valiéndose de la relación de confianza que tenía con sus compañeros de trabajo”, solicitó que le prescribieran un medicamento que “recetaron sin sospechar el objetivo del acusado”.

Lo hacía “guiado por el ánimo de obtener un enriquecimiento injusto y abastecerse de medicamentos proporcionados por el SAS para posteriormente transportarlos a su país de origen a su país del origen, el Sáhara”.

En total, el acusado extendió un total de 40 recetas, todas ellas de medicamentos de primera necesidad como paracetamol, ibuprofeno, antibióticos o tranquilizantes. Fue la Inspección Provincial de Servicios Sanitarios de la Consejería de Salud y Familias el que detectó lo que supuestamente estaba ocurriendo con las recetas.

El valor total de los medicamentos prescritos asciende a 286,46 euros y el perjuicio económico causado a la Consejería de Salud y al Instituto Nacional de la Seguridad Social asciende a 192,86 euros, cuantía que ya ha devuelto el acusado.

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