El Ayuntamiento de Quesada refuerza la plantilla de limpieza y desinfección y entrega material anticovid19 para los centros educativos del municipio y las aldeas
Más personal de limpieza en cada centro, alfombrillas desinfectantes, pantallas faciales, dispensadores de papel, gel hidroalcohólico, papeleras de pedal, termómetros o pulverizadores son algunos de los materiales que se entregarán a los profesores
El Ayuntamiento de Quesada no está escatimando en sumar, aportar y ayudar a los responsables de los centros educativos en la vuelta a las aulas, a pesar de no ser competencia municipal. Así, se han vuelto a reunir con las directivas de los centros de educación Infantil y Primaria del municipio para trasladar su máximo apoyo y comunicarles que desde el Consistorio se ha ampliado y reforzado la plantilla encargada de la limpieza y desinfección de los centros, que trabajarán en turnos de mañana y de tarde.
En la reunión, la concejala de Medio Ambiente, María del Carmen Robledillo, ha informado a los directores, tras escuchar sus peticiones, que van a adquirir distinto material como alfombrillas desinfectantes para los accesos, pantallas faciales para el profesorado, dispensadores de papel para cada aula, gel hidroalcohólico, papeleras de pedal de doble cierre, termómetros digitales para la toma de temperatura corporal y pulverizadores de desinfectante para los pupitres. A la reunión también han asistido el Concejal de Educación, Juan Antonio López; la concejala de Igualdad, María de los Ángeles Pérez y el alcalde en funciones, José Luis Vílchez. “Desde el Ayuntamiento brindamos apoyo y todo lo que está en nuestras manos, sin ser competencia municipal, pero nuestro objetivo fundamental es la salud de los vecinos y vecinas”, manifiesta Robledillo. Igualmente añade que el Ayuntamiento está haciendo un importante esfuerzo económico para que los centros educativos del municipio sean entornos seguros, “la educación pública es una pieza clave para el desarrollo de la sociedad y la igualdad de oportunidades”, añade la concejala.
El pasado mes de agosto, el alcalde de Quesada, Manuel Vallejo, envió una carta al responsable de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, Javier Imbroda. En la misiva, que fue consensuada con todos los miembros de la comunidad educativa, se expusieron diferentes propuestas y peticiones con el objetivo de reforzar la seguridad en los centros educativos desde el comienzo del curso escolar. Entre ellas, crear un fondo Covid19 específico para la educación pública para afrontar las consecuencias derivadas de la pandemia; Reducir la ratio del alumnado en los distintos niveles de enseñanza, contratando el profesorado necesario; Aplicar antes del inicio del curso las medidas de seguridad e higiene, adaptadas a la nueva realidad; Poner en marcha un plan Covid19 de adaptación y construcción de infraestructuras educativas, en el curso 2020-2021, con especial atención a los miembros de la comunidad educativa considerados como vulnerables, y a los Centros de Educación Especial; No proceder a la supresión de líneas y unidades en aquellos centros educativos de Quesada para el próximo curso; Luchar contra la brecha digital, tanto del alumnado como del profesorado, mediante la identificación de las necesidades en materia tecnológica, en cuanto a disposición y uso de material tecnológico, y conectividad, para lo que se realizará un censo de las necesidades de digitalización.
Otras medidas propuestas fueron poner en valor el primer ciclo de Educación Infantil, mediante campañas específicas de promoción entre las familias andaluzas, así como cambiar la fórmula de pago de las familias, permitiendo acreditar el cambio de situación económica con respecto al IRPF del año anterior. Además, el alcalde solicitó adoptar medidas específicas para la atención a la diversidad, extremando las medidas higiénico-sanitarias para el alumnado con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo y fortalecer el Plan de Refuerzo Alimentario y gestión de comedores escolares, garantizando las tres comidas diarias al alumnado vulnerable, durante doce meses al año, y revisando los criterios de concesión de las bonificaciones a las familias, permitiendo acreditar el cambio de situación económica con respecto al IRPF del año anterior.
