Baeza rinde homenaje al platero de la Virgen en el aniversario de su nacimiento

En el día de la octava de la Asunción de la Virgen y Festividad de Santa María Reina, la Real Archicofradía de Santa María del Alcázar y San Andrés Apóstol rindió homenaje al poeta Alonso de Bonilla y Garzón “el platero de la Virgen”, con motivo del 450 aniversario de su nacimiento.

Una vez más, las Cofradías y Hermandades de la ciudad, dieron ejemplo a la sociedad de cómo organizar un acto en tiempos de pandemia, cuidando en todo momento la normativa vigente y velando por la seguridad de todos aquellos que quisieron participar en dicho acto.

De esta manera, el patio de empresas acogió este acto homenaje que la ciudad rindió a su poeta más ilustre, quien versara a la Virgen María de una manera destacada en su obra. Así, la Real Archicofradía quiso llevar la iniciativa de este aniversario y rendir homenaje al poeta en ese día del calendario tan mariano, pues como enfatizaron desde la organización del acto al comienzo del mismo: “trataremos, pues, de redescubrir una figura que quizá ha permanecido durante bastante tiempo un tanto marginada por la crítica especializada, y que incluso es casi desconocida para los baezanos: un Alonso de Bonilla complejo e interesante, tanto por lo que respecta a su vida como a su  obra literaria.

Un Alonso de Bonilla que desarrolla su actividad profesional de platero en su ciudad natal y alrededores, así como en otros puntos de Andalucía.

Un Alonso de Bonilla poeta de primer nivel, acreditado y valorado por las más altas cumbres de la lírica del siglo XVII, en particular por Lope de Vega, el Fénix de los Ingenios, que prologa varios de sus libros y le dedica elogiosos comentarios.

Un Alonso de Bonilla que con sus libros está abriendo nuevos y fértiles caminos en el llamado conceptismo literario, el movimiento al que se adscriben autores como Quevedo, Gracián, Saavedra Fajardo, Alonso de Ledesma o Miguel Toledano.

Un Alonso de Bonilla estimado y requerido por la Universidad de Baeza, institución que los discípulos de San Juan de Ávila habían elevado a su etapa de máximo esplendor, y con la que mantiene, como veremos estrechos vínculos.

Un Alonso de Bonilla que goza de una reputación y prestigio notables entre los baezanos de su época, con una buena posición económica y social, ya que, a su profesión de platero, se unían actividades comerciales con lanas y vinos y como prestamista.

Un Alonso de Bonilla que publica todas sus obras en Baeza y que participa activamente de la vida de la Ciudad;

Un Alonso de Bonilla cuya fama desborda los límites de su Patria Chica, siendo requeridos sus poemas para ser musicalizados por Gaspar Fernández en la lejana ciudad de Puebla, en México, en una fecha tan temprana como 1614; y que tiene calles dedicadas en Córdoba y Sevilla.

Un Alonso de Bonilla cuya fe es abrazada y defendida a toda prueba y que no hizo sino aumentar a lo largo de su vida, de lo cual es testimonio suficiente toda su producción literaria.

Un Alonso Bonilla que es Cofrade, Fiscal de la Cofradía del Cristo de la Sangre y devoto del Cristo de la Yedra.

Un Alonso de Bonilla que canta a la Virgen y a su Limpia, Pura e Inmaculada Concepción, que tiene en María una fuente constante de inspiración, y a la que se dirige de todas las formas posibles, desde la chanzoneta popular al encumbrado soneto, desde la glosa a la retórica descripción en octavas de los atributos de la Virgen. Lope de Vega lo destaca “por piadoso, por devotísimo de la Virgen nuestra Señora, de cuyas excelencias ha buscado pensamientos inauditos”.

En primer lugar, el acto contó con la intervención de D. José Joaquín Quesada Quesada, Doctor en historia del arte, quien situó al poeta en el contexto histórico y cultural de la ciudad de Baeza en su tiempo. Por su parte, el joven filólogo D. Juan José Sánchez Martínez, habló de la literatura de la época, situando al poeta en las letras del siglo de oro, desgranando el estilo de su obra.

En la segunda parte del acto tenía lugar un recital poético de los poemas más destacados del poeta a cargo de D. Ricardo Alba Benayas, Hermano Mayor de la Hermandad de la Virgen del Alcázar de Toledo y Dª. Guadalupe Jiménez Gutiérrez, filóloga inglesa, profesora y hermana de la Archicofradía.

Finalizó al acto con un concierto a cargo del grupo de Violonchelos “Parvulis Scholis”, quienes interpretaron un selecto concierto.

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