La Balda del Llano del Cadimo sigue pendiente de la firma del contrato de suministro eléctrico con Endesa para la puesta en funcionamiento de esta infraestructura cuyas obras comenzaron en 2008 y que 12 años después sigue sin tener una fecha prevista para su entrada en funcionamiento.

Desde la Subdelegación del Gobierno en Jaén se ha indicado a Europa Press que el pasado mes de marzo se procedió al descargo de la línea, trámite necesario antes de llevar a cabo la firma de contrato de suministro, una vez que se ha firmado y aprobado el convenio con Endesa para la concesión del suministro eléctrico.

Previamente, a la firma del contrato de suministro, Endesa deberá llevar a cabo una inspección de la instalación, algo que se iba a efectuar este mes de abril, aunque los plazos han quedado en el aire debido a la crisis sanitaria del coronavirus.

Fue a finales de junio del año pasado, cuando desde la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) se habló de dos meses para contar con el suministro eléctrico necesario para su normal funcionamiento. Sin embargo, los trámites se han ido alargando y a día de hoy sigue sin haber una fecha clara para puesta en marcha.

La balsa del Cadimo tiene capacidad de almacenamiento de hasta 19,75 hectómetros cúbicos de agua. El objetivo que persigue es doble: por una parte, pretende afianzar la superficie de olivar en regadío, hasta 15.000 hectáreas, y, por otra, regular y mejorar el caudal ecológico del río Guadalbullón.

Desde el anterior Gobierno del PP se apuntó a 2018 para su finalización y puesta en marcha, algo que no ha sucedido todavía a la espera de que se resolvieran definitivamente los problemas con el suministro eléctrico. La inversión en esta infraestructura ha rondado los 59 millones de euros y el plazo de ejecución era de 42 meses, aunque en la práctica doce año después sigue sin entrar en funcionamiento.