El telescopio del Observatorio Astronómico de la UJA detecta un agujero negro

Investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) han podido observar un agujero negro, denominado V404 Cygni, con el telescopio del Observatorio Astronómico de la UJA, a pesar de que lo habitual es detectarlos con telescopios o satélites de rayos X o rayos gamma.

La UJA ha informado este miércoles en una nota de que, según los datos obtenidos, las erupciones que se produjeron en este agujero negro en junio del pasado año han podido ser observadas en instantes ligeramente distintos dependiendo del color. Y esos desfases temporales son compatibles con los que cabría esperar ver si la emisión procediese de partículas relativistas que se moviesen y expandiesen a lo largo de un chorro.

También las propiedades deducidas para el chorro parecen compatibles con otros sistemas conocidos, por lo que si los astrofísicos de la UJA estuvieran en lo cierto, sería la primera vez que se detectan en el óptico los chorros emitidos por un agujero negro estelar.

Por el momento, su descubrimiento ha merecido una publicación en la prestigiosa revista internacional ‘Astronomy and Astrophysics’ y ha puesto de manifiesto que no siempre es necesario disponer de grandes instalaciones para estudiar los fenómenos más misteriosos y ocultos del Cosmos.

Los agujeros negros son uno de los objetos más misteriosos del Universo. Son cadáveres estelares con una masa tan elevada que su gravedad lo atrae todo, hasta la luz. Por eso son negros, porque ni siquiera la luz puede escapar de su influencia, y por este motivo no pueden verse directamente y para detectarlos los astrónomos se fijan en la radiación de alta energía que desprende al calentarse por fricción, hasta decenas de millones de grados, el material que va cayendo en su interior.

La observación de este agujero negro a través del telescopio de la UJA ha sido posible debido a las características de V404 Cygni. Se trata de una estrella parecida al sol que tarda 6,5 días en orbitar alrededor de un agujero negro situado a unos 7000 años-luz.

“Por poner un ejemplo, respecto de Jaén, si Madrid estuviese en el centro de la galaxia, V404 Cygni se situaría aproximadamente en Despeñaperros”, ha manifestado el catedrático de Física de la UJA Josep Martí. El agujero negro va devorando poco a poco a su compañera, sin hacerlo de forma constante. A veces se acumula demasiado material alrededor del agujero negro y la emisión de V404 Cygni se hace especialmente intensa.

“Es como si entrara en erupción y es entonces cuando es posible ver los efectos del agujero negro incluso a través de un modesto telescopio óptico situado en una ciudad afectada de contaminación lumínica, como sucede en nuestro caso”, ha añadido.

ACTIVIDAD INUSITADA

Aunque habían transcurrido 26 años desde la última de estas etapas de efervescencia este agujero negro, en junio del pasado año V404 Cygni despertó con una actividad inusitada y estuvo emitiendo radiación con mucha más intensidad que de costumbre durante un par de semanas.

Muchos astrónomos alrededor del mundo enfocaron sus telescopios hacia este objeto, entre ellos el equipo de investigadores de la Universidad de Jaén formado por Josep Martí, Pedro Luis Luque Escamilla y María Teresa García Hernández, que pudieron observar cómo variaba la luz que llegaba desde este sistema binario.

Esos “tremendos cambios de brillo” pudieron ser captados con diferentes filtros (diferentes colores) para su posterior análisis, cuyos resultados han sido publicados en la revista Astronomy and Astrophysics y pueden consultarse en la dirección http://www.aanda.org/articles/aa/abs/2016/02/aa27239-15/aa27239-15.html

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